viernes, 15 de abril de 2016

La orina de bebés prematuros, una fuente de células madre renales

Un bebé prematuro en una incubadora.
Quizás el sueño de la medicina regenerativa no esté en el interior del organismo, ni en un método complejo de obtener y transformar células madre. Un estudio belga acaba de demostrar que la orina de bebés prematuros contiene células renales inmaduras capaces de transformarse en varios de los tipos de células adultas que componen el riñón humano.
Con un sencillo plástico adherido al pene de bebés nacidos entre las semanas 31 y 36 de gestación (un embarazo normal ronda las 39-40 semanas), un equipo de la Universidad Católica de Lovaina (en Bélgica) ha demostrado que la orina de estos prematuros puede ser una sencilla fuente de células madre renales.
Como explican las investigadoras, dirigidas por Elena Levtchenko y Fanny Oliveira, la formación del riñón se completa aproximadamente a las 34 semanas de gestación, tras lo cual, las células renales ya están plenamente maduras y pierden su capacidad de diferenciarse.
De hecho, los intentos por obtener células progenitoras en la orina de adultos no había tenido éxito hasta la fecha porque la capacidad de diferenciarse de estas células ya está muy reducida (y eso a pesar de que la orina adulta contiene un amplio sedimento de células renales).
También en el líquido amniótico es posible encontrar este tipo de células (el líquido amniótico está compuesto en gran parte de orina fetal). Sin embargo, "nosotros pensamos en la orina de prematuros como una alternativa menos invasiva, y más versátil porque sus riñones están aún en desarrollo".
Inicialmente, explican en el artículo que acaban de publicar en la revista Journal of the American Society of Nephrology, sólo trabajaron con orina de bebés varones por la facilidad de obtener su orina sin que la muestra se contaminase, aunque explican que también sería posible con niñas.
Sólo un día después de nacer, los investigadores belgas obtuvieron las muestras de orina de los prematuros y caracterizaron las células renales presentes en este fluido. En el 50% de los casos, la orina contenía células progenitoras renales, capaces de diferenciarse en varios tipos diferentes de células que componen el riñón (como los podocitos o los túbulos proximales) "con un alto potencial para la regeneración del riñón".
Como explican Fanny Oliveira a EL MUNDO, estos hallazgos demuestran que la nefrogénesis es un proceso todavía en marcha cuando los bebés prematuros nacen en torno a la semana 34 de gestación; un hallazgo de gran interés si se tiene en cuenta que una de las secuelas que pueden sufrir estos bebés está relacionada con su inmadurez renal. "Estas células podrían ser recogidas, expandidas y congeladas para un posible uso autólogo futuro", puede leerse en su trabajo. "Teniendo en cuenta que las células diferenciadas se comportan in vivo como células renales adultas, representan una alternativa óptima para, por ejemplo, crear un riñón bioartificial".
Menos entusiasta se muestra Ángel Raya, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, "me parece una aproximación ingeniosa pero un poco anecdótica, porque no creo que pueda ser una técnica útil en una población amplia".
Este especialista sí que considera que estas células se podrían utilizar, como apuntan los autores, en niños prematuros que nazcan con un problema renal para solventarlo en ese momento, "desde ese punto de vista sí parece interesante, pero hay que ver que con esas células se hace algo que cura. Pero eso es una cosa y su aplicación para otros pacientes o en un futuro para la misma persona otra porque ¿cómo hacerlo más aplicable? Si pensamos en la creación de un banco para almacenar este tipo de células no lo veo factible, pero crear este tipo de bancos es un proceso complicado y costoso. Y para eso ya están los bancos de células de cordón umbilical, que no necesitan que el niño sea pretérmino. Además, tenemos un sistema de donación muy eficaz, estandarizado y con mucha variedad y esto da servicio suficiente a las unidades de cordón"

Orina: ¿el combustible del futuro?

El sueño de usar productos de desecho para generar energía parece hacerse realidad. La orina es uno de esos productos, y podría aplicarse de manera efectiva e higiénica para el manejo sustentable del medioambiente.
Nos guste o no, la orina es parte esencial de nuestra vida cotidiana, y los investigadores han estudiado durante décadas cómo sacar provecho de ella para generar electricidad.
En 2014, científicos de un laboratorio de robótica de Bristol lograron cargar un teléfono móvil a partir de la orina. Ahora, un estudio reciente hizo avanzar aún más las investigaciones sobre el uso de la orina como fuente de energía, reduciendo el precio de su aplicación y acelerando el proceso. Pero, ¿cómo se desarrolla actualmente la implementación de la orina como recurso energético? ¿Y cómo se puede obtener energía de ella? Aquí se lo contamos.
El manejo de desechos siempre es un problema, también en los campos de refugiados. El manejo de desechos siempre es un problema, también en los campos de refugiados.
Reciclaje de un trillón de litros de desecho
La orina, junto otros desechos orgánicos humanos, se ha usado con diversos propósitos a lo largo de la historia. No es sorprendente, considerando que un ser humano produce en promedio entre 800 y 2.000 mililitros de orina por día. Si se los multiplica por la población total del globo, el resultado son 1.4 trillones de litros de orina por día que –la mayoría de las veces- termina en el desagüe.
Esta inmensa cantidad de desecho requiere un manejo adecuado, lo cual es costoso y consume mucha energía. “El tratamiento de los desechos representa una gran parte de la demanda diaria de energía”, dijo Mirella Di Lorenzo, coautora de una investigación reciente. “Queremos utilizar los desechos como fuente de energía en lugar de someterlos a un tratamiento que requiere energía”, dijo Di Lorenzo a Deutsche Welle.
Sacando lo mejor de la basura
Convertir la orina en electricidad implica obtener energía de las bacterias. Al quitar oxígeno del medioambiente, las bacterias descomponen la orina y generan electrones en lugar de dióxido de carbono y agua.
Los dispositivos electroquímicos llamados células de combustible bacterianas convierten la carga del líquido urinario en electricidad de manera extremadamente eficiente. Aunque son efectivas, hasta ahora esas células bacterianas eran demasiado caras, y producían un nivel muy bajo de energía.
Esos son los dos desafíos principales que Di Lorenzo y su equipo tuvieron que enfrentar. Las nuevas células de combustible en miniatura son mucho más pequeñas y poseen cables de titanio y tela en lugar de platino. Además, pueden elevar la producción de energía gracias a una proteína de la clara del huevo.
“La cantidad de energía producida sigue siendo muy baja”, dijo Di Lorenzo. “Pero no estamos muy lejos de lograr aplicaciones prácticas.” El equipo confía en que pronto nuestros desechos serán una fuente de energía para la vida cotidiana.
La orina se usa desde hace años para controlar nuestra salud. La orina se usa desde hace años para controlar nuestra salud.
Complemento limpio
Di Lorenzo sabe que no es probable que la orina genere tanta energía como el sol o el viento, lo cual hizo ver con ojos críticos el proyecto. Pero como es un producto de desecho que siempre existirá, cree que el equilibrio entre lo que entra y lo que sale es beneficioso. “No se trata de que la orina se transforme en una alternativa para otras energías renovables”, explicó la investigadora, “sino más bien como un complemento”.
La orina se podría usar como recurso energético en pequeños servicios preparados para canalizar los desechos directamente de nuestros hogares hacia un centro de tratamiento y evitando problemas sanitarios. Si la orina puede o no transformarse en energía a gran escala es incierto. Y si la gente aceptaría usar sus propios desechos para producir esa energía también lo es. Pero mientras esos enigmas se resuelven, los investigadores siguen trabajando en su idea. “Muchos están bastante entusiasmados con esa idea”, dijo Di Lorenzo, “claro que mientras no les pidamos que la transporten ellos mismos”.

Un trabajador orina sobre la cinta transportadora de Kellogg's (VÍDEO)



La empresa Kellogg's y la Administración Nacional de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos han comenzado una investigación a raíz de un vídeo que muestra a un hombre orinando en una cinta transportadora por donde pasan las cajas de cereales.
Aparentemente, es el propio hombre quien grabó el vídeo en la fábrica que tiene Kellogg’s en Memphis, Tennessee (Estados Unidos), de acuerdo con WREG, la cadena asociada de la CNN. El vídeo se hizo público en la web World Star Hip-Hop el pasado viernes.
Kris Charles, portavoz de la empresa de cereales, dijo que Kellogg's estaba "impactada e indignada" por el incidente, según informa la CBS.
"Hemos alertado a las autoridades legales y están llevando a cabo una profunda investigación", afirmó en un comunicado.
Kellogg’s todavía no ha podido identificar al hombre del vídeo, pero, según una investigación interna, fue grabado en 2014, en mitad de un intenso conflicto entre la empresa y el sindicato de sus trabajadores en torno a los sueldos y las condiciones.
La compañía asegura que, en principio, los productos afectados ya habrán sobrepasado su fecha de caducidad y que (en teoría) es imposible que sigan en venta.

Los secretos de tu orina

  • 27 septiembre 2015
Hablemos de hacer pipí.
No es el tema más elegante para tratar pero no se puede negar que forma parte de nuestras vidas y resulta interesante enterarse de algunos detalles sobre qué pasa antes de que la orina salga de nuestro cuerpo.
Así que empecemos por el lugar en el que la producimos: los riñones.
En los seres humanos tienen aproximadamente el tamaño de un puño, son de color rojo oscuro y están a ambos lados de la columna, un poco más abajo que la cintura.
Una de sus funciones principales es regular el volumen y la composición de los fluidos del cuerpo.
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Image caption La orina la hacemos en los riñones, que regulan los fluidos y los limpian de toxinas.
Para ello, filtran grandes volúmenes de plasma: por los riñones pasan entre 1.000 y 1.500 mililitros de sangre por minuto.
Tras reabsorber la mayoría de lo que es filtrado, queda esa solución concentrada de desechos metabólicos que conocemos como orina, la cual debe ser eliminada.
En otras palabras, trabajan duro para deshacerse de los desechos o toxinas, y para retener el agua que necesitas para que tu cuerpo funcione.
La orina es la mezcla de esas toxinas y el agua sobrante.
Cuando terminan su trabajo, entra a escena la otra protagonista de esta historia: la vejiga.

¡A punto de estallar!

Las vejigas tienen una enorme capacidad para estirarse.
Mira cómo lo hace ésta, que es de un cerdo:
  1. Empieza con el tamaño y la forma de una pera.
  2. A medida que se llena, las fibras de la superficie se dilatan.
  3. La presión aumenta constantemente...
  4. Hasta que los sensores te avisan que tienes que ir al baño.

¿Por qué la orina es de diferentes colores?

Lo que comes y tomas puede cambiar el color de tu orina o, a veces, indicar que no estás muy bien.
Rosa/Roja
La orina rosa o roja puede inquietarte pero la razón más probable es que comiste algo de color rojo fuerte, como remolacha o agrás, de manera que no te preocupes.
Sin embargo, la otra cosa que puede teñir tu orina de ese color es la sangre. En la mayoría de los casos, tampoco hay razón para alarmarse, pero es mejor consultar a alguien, especialmente si dura más de un día y si te duele hacer pipí.
Amarillo claro
¡Este es el color perfecto!
El color amarillo lo da el ácido úrico. Pero entre más oscura sea tu orina, más ácido úrico hay. Por eso un amarillo claro es el color indicado.
Blanco o transparente
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Image caption Una actividad cotidiana, de la cual ni se habla.
Si tu orina es muy pálida o no tiene ningún color, puede ser que hayas tomado demasiada agua.
En casos extremos, tomar mucha agua puede ser malo, pues se lleva con ella cosas importantes que el cuerpo necesita, como la sal.
Amarillo oscuro/naranja
Si tu orina tiene un color más parecido al de la miel, es una señal de que no has tomado suficientes líquidos.
Entre más oscura, más alto el contenido de ácido úrico, y eso no es bueno, así que debes tomar más agua.
Verde
Esto puede ser el resultado del tipo de alimentos que has comido.
En algunas personas, los espárragos hacen que la orina se torne verde y que tenga un olor fuerte.
La otra cosa que puede hacer que tu pipí sea verde, o que se vuelva turbia, es una infección.
Además, puede arder cuando vas al baño.
Normalmente, esto es una señal de que algo no está bien y hay que revisarlo.
Espumosa
Si tu orina hace espuma como una soda cuando cae en el inodoro, es probable que estés orinando muy rápido, o que haya algún detergente en el agua.
Pero si siempre es gaseosa y espumosa, ve al doctor, pues puedes tener algún problema con los riñones.

¿Estás que te mueres por ir al baño?

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Image caption ¿Dos, siete, once veces?
¿Cuántas veces al día es normal hacer pipí?
Tres veces o menos
Esto es poco y significa que probablemente no estás tomando suficientes líquidos durante el día, especialmente si tu orina está muy oscura.
Cuatro a ocho veces al día
Esto es normal y muestra que probablemente estás tomando la cantidad correcta de fluidos.
Más de nueve veces
Esto es más de lo normal, pero si estás tomando mucho, tendrás que deshacerte de mucha agua. Si no estás tomando mucho, es mejor que vayas al doctor.